
No estás
5 diciembre, 2017
El cuerpo
9 noviembre, 2018Pensamientos de Lady Paula, la Científica

En algún momento de 2015
Mierda. Mierda. Mierda… A veces me entran ganas de olvidarme de los putos hombres para siempre jamás. ¡Me cago en la hostia! ¡Me cago en los tíos! A veces, los enterraría a todos bajo tierra. A veces, me enterraría a mí misma bajo ese suelo. ¿Tanto cuesta hablar? ¿Darle información a la otra persona?
Paula, tía… No es cuestión de géneros y lo sabes. Sí, cuesta, nena, joder, tú no das ningún tipo de información. Eres tan hermética como ellos. No te quejes, hostia.
Cierto. Lo soy. No lo niego. Pero soy coherente. Soy persona. Soy fría en mis palabras y hermética en expresión de sentimientos, pero, sin duda, los años y las experiencias me han enseñado algo. Ya no hago ciertas cosas que hacía antes. Soy de las que aprende de las piedras con las que se tropieza. Así que de esta sacaré una gran lección.Tengo derecho a quejarme, hostia. Lo que ha hecho no está bien, joder.
En eso no te voy a quitar la razón. Sí… quéjate. ¡Tienes todo el derecho! Así no se hacen las cosas. No se hacen… ¡Qué egoísta!
Exacto. Ha sido egoísta. Y un cobarde. Por suerte, me ha quedado la dignidad. Camino con la cabeza alta aunque tenga el corazón medio roto. Solo un poco.
Más que un poco, puntualiza, Científica.
Joder… Vale. Es obvio que más que un poco. Aunque estaba preparada, no lo estaba para esta fecha. Ni lo estaba para las maneras, evidentemente. Pero estaba más que preparada. Mis células neuronales estaban más que organizadas para asumir el desenlace. Sabía que sería muy jodido, pero eso lo sabíamos los dos desde el principio. No esperaba un comportamiento así, nena. Todavía no me lo puedo creer.…

«¿Perdona…? ¡Y una mierda! Me he vuelto muy exigente. Ya no puedo con según qué cosas. No soy de las que follan con uno que conocen una noche. Quizá algún día, pero no como norma general»
Lo sé, Lady. Tenías el cerebro y el corazón preparados. Pero él se ha pasado tres pueblos con las formas. Y eso ha dolido mucho.
Ha dolido. Joder si ha dolido…
Esta vez no he sido yo la que la ha cagado hasta el fondo. Esta vez no he elaborado una fórmula explosiva de las mías que lo ha hecho saltar todo por los aires por no tomar una decisión. Esta vez no he agonizado con una situación hasta que me ha reventado en la puta cara. Esta vez me han puesto la situación frente a las narices sin previo aviso y ¡boom! ¡Me cago en las putas células! ¡Me cago en sus putas células y en sus neuronas, joder!
¡Cágate todo lo que quieras, Pau! Pero no te desintegres, ¿eh? Habla. Habla con las Ladies. ¿Vas a esperar a que Lex te note rara? ¿Esperarás a que cualquiera de ellas te llame porque no das señales de vida? No seas imbécil. Él no se lo merece.
Estoy bien. Solo es que no me apetece hablar del tema. Ya me conoces.
Tragártelo sola no te hace ningún bien. Tienes que soltar la mierda. ¡Tienes que petar con alguien! Necesitas un hombro sobre el que llorar o gritar.
Eso ya lo sé. Pero es que… No tengo ganas de nada… Las Ladies van de culo. Y yo no tengo tiempo ni de teñirme el pelo. Últimamente nos cuesta tanto quedar todas juntas… Las echo mucho de menos… Lex está demasiado lejos para el día a día que necesito. Lo llevo fatal. Y ella también. Lorena todavía está más lejos y, encima, cada dos por tres está de viaje. A ver si vuelve de una puñetera vez del país de las salchichas para quedarse, hostia. A Bet, cuando está aquí, la veo más a menudo, pero otra qué tal, de París a Roma, Viena, San Francisco, Los Ángeles, Nueva York, joder, su artista y ella no paran quietos. A quien veo con más frecuencia es a Pat, menos mal que la tengo aquí al lado, pero está tan de liada como yo. No sabes cuánto añoro las reuniones del aquelarre en tiempos en los que las hacíamos asiduamente.
Lo sé, pero los tiempos han cambiado, Lady, hay que joderse…
Y que lo digas… No nos queda otra… Follar. Eso es lo que voy a hacer, follar. Como hace Lorena. Aunque no sé cuándo, ese ya es otro tema. ¡Me cago en la hostia! Tengo tanto trabajo… Qué lío tengo en la cabeza... Ni tiempo para hablar con las Ladies tengo, casi. Ni por teléfono o WhatsApp, joder. Necesito otro amante. No, ¿qué digo? Necesito dos o tres, masculinos, femeninos y sin ningún tipo de vínculo.
¡Ya te digo, nena! De todos modos, Pau, ahora estás en caliente. Estás dolida y cabreada. Deja que pase el tiempo.
Estoy bien. Estuve mal hace unos días porque no me podía creer que me hubiera apartado como lo ha hecho: por no sufrir. ¿Será gilipollas? Pero si iba a sufrir igualmente. Íbamos a pasarlo mal los dos. Ya lo sabíamos. Es lo que tiene comenzar una relación con fecha de caducidad, que aun sin ser una relación de pareja se ha convertido en más que solo un rollo.
«Toda mi vida he sufrido esa intimidación. Muchos de los tíos con los que he estado no soportaban mi inteligencia, ni mi independencia. Les chocaba que una tía se plantara con argumentos cuando soltaban una gilipollez»

Exacto, nena. Estaba más que claro. Y se suponía que los dos lo teníais asumido.
Me protegí, me blindé. Decidí que todo sería más frío, por un lado, porque no quería una relación y, además, porque sabía que se acabaría. Solo hemos sido amantes y algo más. Aun así, después de dos años, me ha sido imposible no sentir. No me permití un enamoramiento, pero sí un «estar muy a gustito», aunque eso suene muy a Pat o a Bet en mi boca… Pero ya está. Ahora estoy digiriendo y aceptando la situación. Punto.
Vaya, Pau, has madurado un rato largo, nena.
Lo sé. ¿Dónde y cómo voy a encontrar a un tío que se me folle tan bien, que su intelecto me aporte lo suficiente y que, además, no se sienta amenazado por el mío? Difícil…
Complicado, Lady. La historia de tu vida… La amenaza del cerebro…
Ya ves, nena. Toda mi vida he sufrido esa intimidación. Muchos de los tíos con los que he estado no soportaban mi inteligencia, ni mi independencia. De joven no me atraían las mismas cosas de los chicos que a la mayoría de chicas. Y a ellos les chocaba que una tía se plantara con argumentos cuando soltaban una gilipollez sin ningún fundamento.
Menudas hostias con la boca le has dado a más de uno…
Nunca me he callado. Y cuanto mayor me hago, menos me callo. Cuando sé algo seguro y más si se trata de ciencia, lo rebato, y sé que mi forma de hacerlo es severa.
¿Severa? Eres afilada a más no poder, Lady…
Vale. Es cierto. Soy tajante y seca. Y es que no soporto a la gente que va de lista y no tiene ni puta idea de lo que está hablando. Gente a la que, ante de la ignorancia de muchos, su historia cuela, pero delante de mí no. Discursos políticos sacados de la manipulación periodística, que con dos frases bien dichas se desmoronan, teorías científicas inventadas que refuto con cuatro datos que yo sí sé y ellos no, argumentos, nena, argumentos que demasiada gente no tiene. Con los hombres siempre me ha pasado lo mismo, no digo que a muchos no les gusten las mujeres con cerebro, sé que no es así, pero yo me he topado con demasiados a los que el tarro de una científica les intimidaba. Quizá fuera por su inseguridad, como le pasaba a Eric, que me hacía sentir culpable porque, según él, yo iba de superior, cuando en realidad era él quien se sentía inferior. Yo no voy de superior, por favor, que tengo amigos y amigas de todo tipo, cada persona tiene sus cualidades, hostia. Y yo las valoro.
Uf, no me lo recuerdes, nena. Eric tenía un complejo de inferioridad de la hostia y las cargaba contigo. Demasiado aguantaste…
Ya ves. Por eso, cuando me he encontrado con alguien a quien no le ha intimidado mi cabeza y que me ha aportado a mí lo que necesito a nivel intelectual, me ha costado tanto soltarlo. Por eso creo que, a estas alturas, después de lo vivido con mi Matemático, me va costar encontrar a alguien que me llene lo suficiente… Porque este… me daba cerebro, conversaciones sobre arte, cine y literatura, me daba viajes, gastronomía y un sexo tan espectacular que me dejaba temblando. Porque con este… la relación era perfecta, él en su casa y yo en la mía —y menos mal, con lo desordenado que es la convivencia habría matado la relación— cada uno hacía su vida y, luego, teníamos los momentos en común, cada vez más a menudo, éramos casi una pareja pero no éramos pareja. Y a mí me iba genial. Este ha dejado el listón demasiado alto, nena. Solo Víctor estaría a su altura.
Uf, va a ser difícil, tía. Difícil pero no imposible. Pero, oye, para follar no necesitas que te aporten tanto intelectualmente. No seas tan exigente.
¿Perdona…? ¡Y una mierda! Me he vuelto muy exigente. Ya no puedo con según qué cosas. No soy de las que follan con uno que conocen una noche. Quizá algún día, pero no como norma general. No como amante. Y, obviamente, hoy en día, que no hago más que trabajar y salgo solo de vez en cuando, no sé cuándo voy a conocer a un hombre follable, apetecible de verdad. Joder, lo llevo claro. Me va a tocar sacar a Johnny día sí día también, como en los viejos tiempos…
No seas tan derrotista, Lady. Ahora no es un buen momento, pero cuando estés mejor lo verás todo de otra manera. Experimenta. Aprovecha.
Sabes que no lo haré así como así. Yo no soy como Lorena. Pero quizá sea el momento de lanzarme a experimentar. Solo hace dos años que me divorcié. Y no he tenido tantos amantes.
¿Qué dices, Pau? Voy a soltar una carcajada. Hostia, nena, ¿tantos amantes, dices? No hagas que me parta el culo en tu cara. Has tenido dos amantes en estos dos años. ¡Dos! El Matemático y el que te duró un mes. Así que no seas cínica, joder. Tantos, dice…
Vale… Es obvio que no he tenido tantos amantes. Sí, he tenido dos. Y uno me duró un mes. No he necesitado más. Iba más que servida con el Matemático. Como ya he dicho, cada uno en su casa, sin demasiadas explicaciones, ni ataduras. Buen sexo. Buenas neuronas. ¿Para qué buscarme otros?
¿Para que no te pase esto, querida Lady Científica? Paula, nena, lo peor ya está. El síndrome de abstinencia se te ha pasado. Sigues jodida, pero estás empezando a digerirlo.
Bueno… No del todo. Sigo pensando en él. ¡Mierda! Sigo echándole de menos… Y sigo pensando ¡que ya le vale, joder!
Ahora solo te quedará el recuerdo. Permítete a ti misma que sea bueno. Borra este amargo desenlace cuando y como puedas. Aunque sigas alucinando por un tubo de los gordos y bien largos, sin comprender cómo es posible que hace tres semanas te estuviera enviando mensajes diciéndote cuánto te echaba de menos y ahora se haya deshecho de ti de esta forma tan silenciosa, descortés y egoísta, tan cobarde e infantil, con la excusa de que no quería pasarlo mal porque le quedaba un mes para largarse a su país. Punto y final. Tú ya sabes cómo hacer punto y final. Tú has sido quien lo ha hecho, en realidad. Él no ha tenido cojones.
Es cierto. Qué cobarde… Evitarme de repente, por no sufrir. Qué capullo, como si no estuviéramos sufriendo igualmente. No lo entiendo, en serio…
Ni lo intentes, Paula, no tiene ningún sentido.
Lo sé…
«La Lady Científica borde y seca acabará volviendo. La Paula sensual elevada al cubo puede que tarde algo más. Hoy estoy jodida pero sé que esto no me va a matar. Conozco la fórmula que ayuda a arreglar estas cosas»

Estoy muchísimo mejor de lo que me esperaba. Flipo por un tubo, en serio. ¿Será la madurez? ¿Será que me había preparado más que de sobra para esto? Estoy bien. O eso creo.
No seas trolera, nena. No estás bien. ¿Y qué? No pasa nada. No estás bien, ahora. Se te pasará. Lo peor fue al principio. Luego, te has ido recuperando. Pero los bajones son normales, tía. Te van a dar, asúmelo.
Joder, mamona. Vale, hostia. No estoy bien. Hoy no. Hoy estoy de bajón. No me apetece hacer nada. Solo quiero vagar por casa soltando mocos por la nariz y líquido por los ojos. Estoy triste. Parezco una bacteria moribunda. Lex me ha llamado hace un rato. Le he dicho que no me apetece quedar mañana. He petado. Aunque no le he contado nada, me he puesto a llorar. La pobre ha flipado.
Pues peta, nena. Peta. Es lo que debes hacer. No te contengas. No te contengas ni lo más mínimo. No te extrañe que Lex se presente en tu casa preocupada. Seguro que te irá bien. Vete con ella por ahí y desconecta de todo.
No me apetece hacer nada. No tengo ganas de coger el coche. Ni ánimos de meterme en un bar o sentarme en un banco a hablar.
No te tortures, Paula. Esto pasará. Solo necesitas tiempo y que la bacteria vuelva a ser la Lady Científica, borde y seca, pero sensual elevada al cubo.
Estoy bien. La Lady Científica borde y seca acabará volviendo. La Paula sensual elevada al cubo puede que tarde algo más. Hoy estoy jodida pero sé que esto no me va a matar. Conozco la fórmula que ayuda a arreglar estas cosas. Soy una experta en fórmulas. Se me pasará. Sé que se me pasará… Solo es que, a veces, no puedo evitar sentir la necesidad de regodearme en este sentimiento de tristeza, de vacío, de final de algo bueno. De algo que me encantaba, aunque supiera que se iba a terminar. De algo que sé que va a ser difícil de encontrar, porque puede que no tenga claro lo que quiero hoy en día, pero si algo tengo claro, es lo que no quiero.
Conoce el Universo Ladies
Lady Alexia – Hoy somos tres
Enero 2015 Hoy me espera una noche misteriosa y singular de sexo y desenfreno en la Cueva. Por fin voy a saber lo que es estar […]Lady Paula – Noche de ópera y sexo italomatemático
Lady Paula – Noche de ópera y sexo italomatemático icon Noviembre 2014 Llego a casa a las seis, joder, no está mal, con la semana que […]Lady Lorena – Caperucita y el Lobo
Lady Lorena – Caperucita y el Lobo icon Son las once y media. Tras aparcar el coche, me dirijo a pie hasta el sitio elegido, un […]Pensamientos de Lady Alexia, la Energética
Pensamientos de Lady Alexia, la Energética icon En algún momento de 2015 Estoy hecha polvo. A punto de llegar a casa. Es viernes. Son más de […]Pensamientos de Lady Paula, la Científica
Pensamientos de Lady Paula, la Científica icon En algún momento de 2015 Mierda. Mierda. Mierda… A veces me entran ganas de olvidarme de los putos hombres […]
Si te ha gustado y te apetece, te invito a compartirlo. También puedes seguirme en las redes sociales.
Si quieres contactar conmigo puedes hacerlo a través de las redes o escribiéndome al correo: joanna@algomasquemujeres.com
Solo me queda darte las gracias por leerme.